Preguntas frecuentes que se nos pueden venir a la cabeza son: ¿Cómo debo orar?, ¿cuál es la manera correcta de hacerlo?, ¿qué debo decir?. Incluso a veces se nos cruza un "no sé orar".
Hoy quiero servir de ayuda para vos qué estás queriendo establecer una comunicación más de cerca con Dios a través de la oración.
La comunicación es la clave del éxito en una relación para poder conocer y amar. Al principio puede parecer raro hablar, hablar y hablar, incluso podemos sentirnos solos por no tener presente a quien le estamos hablando, pero realmente la presencia de Dios está ahí y la podemos sentir. Y sólo cuando logramos establecer una comunicación con nuestro Dios, podemos darnos cuenta de que Él es real, que es un Dios vivo, grande y poderoso.
Hay muchas oraciones en la Biblia que podemos encontrar como guía o referencia, como la del Padre Nuestro, que nos dejó Jesús.
Mateo 6:9-13 NVI
9 »Ustedes deben orar así: »“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, 10 venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. 11 Danos hoy nuestro pan cotidiano. 12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. 13 Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”
Pero es necesario que cada uno tomemos oraciones y las hagamos nuestras, que las actualices a tu manera, que pongas tus palabras, que quieras hablar con Él como normalmente hablás con otras personas. No es necesario que en medio de una oración tengas que utilizar palabras muy sofisticadas, elaboradas o para impresionar. Es simplemente venir con humildad y amor a hablar con Dios como un mejor amigo.
1er PASO: AGRADECER
Sé agradecido en cada oración. Dejarle saber a Dios que sentís gracia por su obrar, es sumamente importante para Él. Siempre hay un motivo para agradecerle: un día más de vida como un milagro cuando podés abrir los ojos al despertar y sentir ese aliento de vida, por la casa, la familia, el trabajo, el alimento que provee en tu mesa, por lo bueno y por lo no tan bueno incluso.
Salmos 34:1 RVR1960
1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
2do PASO: RECONOCER
Reconocé ante Dios tus faltas, tus ofensas, tus pecados. Reconocé que necesitas de Dios, de su amor y su redención, de la sangre de Jesús para limpiar tus pecados.
1 Juan 1:9 RVR1960
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
3er PASO: DEPENDER
Ser dependientes de Dios, del Espíritu Santo, bajarnos del trono de la vida y cederle ese espacio a nuestro Padre Todopoderoso. En ese momento en el que creemos que todo lo podemos como seres humanos, tendemos a decir: "yo lo puedo hacer solo", "soy independiente", "tengo mi propia voluntad".
Tenemos que bajarnos de ahí. Dependamos de la guía del Espíritu Santo que nos guarda, que nos conecta con el Padre, que es nuestro amigo y nos lleva a tener el éxito en medio de la oración.
Juan 15:5 NTV
5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.
4to PASO: SEPARAR TIEMPO
Para amarlo, necesitamos pasar tiempo con Él; es imposible conocer su voz sin hacerlo. Un tiempo donde relacionarnos de manera íntima con Dios, nos permite entenderlo para cuando Él quiera comunicarnos algo, saber reconocerlo y poder reaccionar a la voz del Espíritu Santo. Buscarlo sin limitar el tiempo y espacio para hacerlo a una hora y lugar específico.
1 Crónicas 16:11 RVR1960
11 Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente.
5to PASO: ESCUCHAR
Saber escuchar, nos permite entender más el punto de vista de Dios. Si uno habla, habla y habla, y no deja un espacio para escuchar Su parte, no logra entender nunca, nada. Hay momentos en la oración en los que debemos poner pausa, meditar y simplemente guardar silencio, porque Dios también nos quiere hablar, nos quiere abrazar en medio de la oración. No se trata de orar y salir corriendo. Hay peticiones que hacemos que si no dejamos hablar a Dios, si no lo escuchamos, no podemos saber qué es lo que Él nos responde, si trabaja en ellas o qué es lo que Él quiere que en especial hagamos.
Jeremías 33:3 RVR1960
3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Cuando venimos humildes delante de Dios y entregamos nuestro corazón en ofrenda, Él se inclina delante de nosotros, nos abraza, nos escucha, nos habla, nos mira con delicadeza, porque Él se agrada y se complace de que nosotros lo busquemos en Espíritu y en Verdad. La oración nos hace conocer, amar y conectarnos más profundamente con el amor de Dios.
Colosenses 4:2 RVR1960
2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.