martes, 25 de agosto de 2020

¿Qué hacer si mis allegados no son Cristianos? ¿Cómo salvar a alguien?

¿Te pasó de sentir una pasión porque ese familiar o amigo alguna vez llegue a conocer a Cristo? Ese sentimiento es algo que realmente viene de Dios.
La Biblia nos enseña que Dios desea que las personas no vayamos a la perdición sino al arrepentimiento y aceptemos la salvación gratuita que el Señor nos ofrece. 

2 Pedro 3:9 RVR1960
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.


Pero somos nosotros como cristianos los que tenemos que dar los pasos fundamentales para que esa persona por fin pueda dar el suyo para nacer de nuevo y entregar su vida a Jesús.

1er PASO: Predicar el Evangelio. Dar la Palabra. 
La forma en que la fe viene al corazón, es a través de la Palabra. La Biblia dice en Romanos 10:17 RVR1960:

17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Cuando alguien escucha un mensaje de la Biblia, del Evangelio, o a alguien que le predicó, esa palabra comienza a generar fe en el corazón de la persona. Con que tan sólo digas a esa persona "Jesús te ama", "Jesús te guía", "Jesús te acompaña", esa palabra comienza a retumbar en su corazón en cada accionar porque es una verdad que empieza a obrar en la vida de esa persona, toca su corazón, la estremece y la transforma. O simplemente con presentarle la palabra que Dios despierte en tu cabeza y tu corazón cuando pensás en la persona o la tenés cerca.

2do PASO: Dar Testimonio y Amor
Demostrar que somos cristianos a través de nuestro carácter, testimonio y amor. Aveces predicamos el evangelio pero no mostramos con nuestra vida que somos cristianos, no mostramos amor, y el amor es una autoridad. Jesús nos dijo en Juan 13:35 RVR1960:

35
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Tal vez le predicaste el evangelio a alguien y aún esa vida no fue transformada y no vino a Cristo, pero vos, con tu testimonio, con tu amor, con tu cariño, mostrando el amor de Jesús en tu corazón, podés tocar su vida. El testimonio vale más que mil palabras humanas y junto con la palabra de Dios produce fe.

3er PASO: Orar por la persona 
La oración tiene poder. Cuando predicamos el evangelio siempre lo hacemos con la pasión de convencer a la persona de que necesita a Jesús. Pero esto es incorrecto. Nosotros no tenemos la misión de convencer a nadie; tenemos la misión de simplemente dar la palabra, predicar el evangelio, enseñar lo que la Biblia dice. 
Jesús dijo en Juan 16:8 RVR1960:

8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.

Incluí a aquel ser querido en tus oraciones, clamá al Señor cada día por él, que lo salve, que toque su corazón, que lo convenza de pecado el Espíritu Santo, que no lo deje dormir sin pensar en su Gloria, que venga a sus pies y pueda conocerlo, que rompa sus cadenas.

¿Cómo orar a Dios? - 5 Pasos

 

Preguntas frecuentes que se nos pueden venir a la cabeza son: ¿Cómo debo orar?, ¿cuál es la manera correcta de hacerlo?, ¿qué debo decir?. Incluso a veces se nos cruza un "no sé orar".
Hoy quiero servir de ayuda para vos qué estás queriendo establecer una comunicación más de cerca con Dios a través de la oración.

La comunicación es la clave del éxito en una relación para poder conocer y amar. Al principio puede parecer raro hablar, hablar y hablar, incluso podemos sentirnos solos por no tener presente a quien le estamos hablando, pero realmente la presencia de Dios está ahí y la podemos sentir. Y sólo cuando logramos establecer una comunicación con nuestro Dios, podemos darnos cuenta de que Él es real, que es un Dios vivo, grande y poderoso.

Hay muchas oraciones en la Biblia que podemos encontrar como guía o referencia, como la del Padre Nuestro, que nos dejó Jesús.

Mateo 6:9‭-‬13 NVI
9 »Ustedes deben orar así:  »“Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, 10 venga tu reino, hágase tu voluntad  en la tierra como en el cielo. 11 Danos hoy nuestro pan cotidiano. 12 Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. 13 Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”

Pero es necesario que cada uno tomemos oraciones y las hagamos nuestras, que las actualices a tu manera, que pongas tus palabras, que quieras hablar con Él como normalmente hablás con otras personas. No es necesario que en medio de una oración tengas que utilizar palabras muy sofisticadas, elaboradas o para impresionar. Es simplemente venir con humildad y amor a hablar con Dios como un mejor amigo.

1er PASO: AGRADECER 
Sé agradecido en cada oración. Dejarle saber a Dios que sentís gracia por su obrar, es sumamente importante para Él. Siempre hay un motivo para agradecerle: un día más de vida como un milagro cuando podés abrir los ojos al despertar y sentir ese aliento de vida, por la casa, la familia, el trabajo, el alimento que provee en tu mesa, por lo bueno y por lo no tan bueno incluso.

Salmos 34:1 RVR1960
1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.

2do PASO: RECONOCER 
Reconocé ante Dios tus faltas, tus ofensas, tus pecados. Reconocé que necesitas de Dios, de su amor y su redención, de la sangre de Jesús para limpiar tus pecados.

1 Juan 1:9 RVR1960
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

3er PASO: DEPENDER
Ser dependientes de Dios, del Espíritu Santo, bajarnos del trono de la vida y cederle ese espacio a nuestro Padre Todopoderoso. En ese momento en el que creemos que todo lo podemos como seres humanos, tendemos a decir: "yo lo puedo hacer solo", "soy independiente", "tengo mi propia voluntad". 
Tenemos que bajarnos de ahí. Dependamos de la guía del Espíritu Santo que nos guarda, que nos conecta con el Padre, que es nuestro amigo y nos lleva a tener el éxito en medio de la oración.

Juan 15:5 NTV
5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.

4to PASO: SEPARAR TIEMPO
Para amarlo, necesitamos pasar tiempo con Él; es imposible conocer su voz sin hacerlo. Un tiempo donde relacionarnos de manera íntima con Dios, nos permite entenderlo para cuando Él quiera comunicarnos algo, saber reconocerlo y poder reaccionar a la voz del Espíritu Santo. Buscarlo sin limitar el tiempo y espacio para hacerlo a una hora y lugar específico. 

1 Crónicas 16:11 RVR1960
11 Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente.

5to PASO: ESCUCHAR
Saber escuchar, nos permite entender más el punto de vista de Dios. Si uno habla, habla y habla, y no deja un espacio para escuchar Su parte, no logra entender nunca, nada. Hay momentos en la oración en los que debemos poner pausa, meditar y simplemente guardar silencio,  porque Dios también nos quiere hablar, nos quiere abrazar en medio de la oración. No se trata de orar y salir corriendo. Hay peticiones que hacemos que si no dejamos hablar a Dios, si no lo escuchamos, no podemos saber qué es lo que Él nos responde, si trabaja en ellas o qué es lo que Él quiere que en especial hagamos. 

Jeremías 33:3 RVR1960
3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Cuando venimos humildes delante de Dios y entregamos nuestro corazón en ofrenda, Él se inclina delante de nosotros, nos abraza, nos escucha, nos habla, nos mira con delicadeza, porque Él se agrada y se complace de que nosotros lo busquemos en Espíritu y en Verdad. La oración nos hace conocer, amar y conectarnos más profundamente con el amor de Dios.

Colosenses 4:2 RVR1960
2 Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.

martes, 11 de agosto de 2020

Volar como las Águilas

El único pájaro que se atreve a picotear un águila, es el cuervo. Se sienta sobre su espalda y muerde su cuello. Sin embargo, el águila no responde, ni lucha con el cuervo; no gasta tiempo ni energía en él. Simplemente abre sus alas y comienza a elevarse más alto en los cielos. Cuanto más alto es el vuelo, más difícil es para el cuervo respirar y luego el cuervo se cae por falta de oxígeno. 

Hoy te invito a dejar de perder el tiempo con los cuervos. Sólo llevalos a las alturas de Dios y se desvanecerán.

☝️¿Saben? El enemigo se sentará a tus espaldas y te morderá el cuello, "pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán." (Isaías 40:31 NVI)

¡Recibí en tu vida esta hermosa promesa! 🙌❤️

domingo, 9 de agosto de 2020

¿Por qué Dios lo permite?

¿En cuántas ocasiones te paraste a pensar esto?: ¿Por qué motivo paso por esta situación, por este conflicto, por esta enfermedad? 

Sin dudas es difícil entender la enfermedad. Incluso nos solemos enojar, nos sentimos impotentes por no saber cómo sanarla o por qué es que nos toca pasar por eso.

La sanidad es parte del plan redentor de Dios para la humanidad, pero también lo es la enfermedad. Y en esta entrada te voy a dar unos pensamientos que pueden servirte para comprenderlo. 

  • Nada sucede en este mundo, sin el consentimiento de Dios. Dios usa cada circuntancia para acercar al hombre a su amor y su gracia infinitos. Desde que nuestros primeros padres pecaron, toda maldición y calamidad sobrevenida, sirvió para que el corazón endurecido del hombre, busque a su Creador; y una de las mayores calamidades, son las enfermedades. 
  • Las enfermedades no son un castigo divino, son el producto de la desobediencia y el pecado humano. Dios las permite con el fin de que el hombre descubra lo débil que es sin su protección, para que nuestro orgullo reconozca que ante Él, toda rodilla deberá doblarse tarde o temprano.
  1. Para que reflexionemos sobre la dirección que estaba llevando nuestra vida antes de estas.
  2. Para vivir una verdadera relación con Él, que fortalezcamos nuestra fé y que obren milagros en quienes las padecen.
  3. Para que consideremos la obra de Jesús por nosotros en cada hora.
  4. Para arrepentirnos de vivir alejados de Él y para que sepamos clamar así a Jesús por perdón y sanidad.
Isaías 53:4‭-‬5 NVI
4 Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. 5 Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.
  • Dios permitió la enfermedad del ciego como relata su Palabra, para poder glorificar su nombre a través de su hijo Jesús, y aún hoy lo sigue haciendo.
Juan 9:1‭-‬3 NVI
1 A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. 2 Y sus discípulos le preguntaron: —Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? 3 —Ni él pecó, ni sus padres —respondió Jesús—, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.
  • Por medio de la enfermedad, el Señor muestra su amor y misericordia, y Jesucristo es la solución del Padre eterno a cualquier dolencia, enfermedad o calamidad; si el hombre se acerca a Él de corazón, Jesús lo recibirá con los brazos abiertos. 
  • Nuestra mayor esperanza nos la muestra su Palabra:
Apocalipsis 21:4‭-‬7 NVI
4 Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir. 5 El que estaba sentado en el trono dijo: «¡Yo hago nuevas todas las cosas!» Y añadió: «Escribe, porque estas palabras son verdaderas y dignas de confianza». 6 También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7 El que salga vencedor heredará todo esto, y yo seré su Dios y él será mi hijo.
  • Dios envió su Palabra para corregirnos.
2 Timoteo 3:16‭-‬17 NVI
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, 17 a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
  • Muchas veces tomamos como que Dios es el que envía sus enfermedades porque hicimos algo mal, o como castigo. Sin embargo, Él no permite que caigan sobre nosotros como corrección, sino desde el punto de vista de autoridad, y lo permite porque nosotros mismos lo permitimos. ¿Por qué? Porque Él nos dio el derecho de tomar nuestras propias decisiones junto con la autoridad sobre el reino de las tinieblas.
Deuteronomio 30:19 NVI
19 Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.
  • La elección de experimentar la vida o la muerte, la bendición o la maldición, la tenemos nosotros, y es así desde el principio de la creación.
  • La Biblia enseña que debido a la rebelión de Adán y Eva, todos necesitamos reconciliarnos con Dios, lo cual podemos lograr obedeciendo sus sabios principios. Solo así disfrutaremos de salud perfecta.
A pesar de que muchas veces nos sea más fácil decidir tomar el camino más "a mano", a pesar de que nos preguntemos por qué si Dios es bueno y omnipotente, permite las enfermedades en personas inocentes, las guerras, el dolor, la muerte, incluso aunque creamos que por estas circunstancias, Dios entonces no es un Dios de amor y es indiferente al dolor y al sufrimiento humano, o que no es un Dios de poder ni es capaz de hacer algo al respecto, es necesario que entendamos que Dios no quiere el sufrimiento de sus hijos. Aprendamos a comprender que Dios es el que más quiere vernos bien en cada aspecto de nuestras vidas y jamás obraría en nuestra contra. Toda obra de Dios es por y para nosotros, para nuestra bendición en Su nombre. Pidámosle salud y declaremos que somos sanos y que creémos verdaderamente en su sanidad.

viernes, 17 de julio de 2020

¿Amás realmente a Dios?



¿Alguna vez te lo planteaste?

Jesús nos dejó dos mandamientos. Uno de ellos es amarlo a Él por sobre todas las cosas y con todo lo que somos, y el otro es amar al prójimo como a nosotros mismos. Este amor no habla en sí de un amor sólo emocional, sino de un amor que entrega a su vida por Dios y por otros. Cuando cumplimos estos mandamientos, sólo así estamos viviendo una vida de obediencia a Dios. Pero sabés que es difícil para nosotros como seres humanos, poder cumplirlos solos, porque para obedecer a Dios necesitamos amar a Dios, y para amar a Dios necesitamos conocerlo y conocer su amor hacia nosotros. Pero nuestro intelecto humano a veces, no deja que lleguemos a conocer a Dios y es por eso que Pablo en Efesios 1:17 ora lo siguiente:

17 Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.
(NVI)

 Necesitamos a Dios para conocer a Dios, pero muchas veces como humanos queremos las cosas bien prácticas o que podamos en 3 segundos alcanzar algo como fórmula para alcanzar nuestros objetivos.
Con Dios las cosas son distintas. No es quien más capaz o independiente se sienta, si no quién más dependiente y que más reconozca su debilidad e incapacidad, el que más alcanza.

El Espíritu Santo, Dios, es quien nos enseña todas las cosas, quien nos revela a Cristo y abre nuestros ojos para que podamos conocerlo, quien nos ayuda en nuestra debilidad y cuando no sabemos qué hacer, en nuestra incapacidad para buscar a Dios. Ni siquiera podemos leer y entender la Biblia si el Espíritu Santo no nos la revela, no podemos orar como se debe si Él no nos guía. El Espíritu Santo es quien nos habla y nos muestra más sobre cómo es el amor de Cristo revelado en la cruz, de cómo es el amor del padre. A raíz de esto es que nosotros podemos responder en amor a Él. 

1 Juan 4:10 NVI
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.

Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero. Querer vivir una vida obedeciendo a Dios sin conocerlo y sin amarlo, es una religión, y es la carga más pesada que puede haber; te acaba cansando. Pero cuando uno ama a Dios a raíz de una relación íntima, lo natural es que quieras agradarle: estar con Él y obedecerle ya no es algo pesado. 
Jesús dijo en Mateo 16:24:

24 Luego Jesús dijo a sus discípulos: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz y seguirme.
(NTV)

En otras palabras, Jesús dijo "si querés seguirme, si querés estar conmigo, morí a todo lo que sos y a todo lo que tenés. No solamente un día, sino cada día, tomá tu cruz y crucificá tu mente, tu voluntad, tus deseos, tus planes, y entonces, vení conmigo.

Ahora te invito a imaginar esto: 
Imaginá que una persona muy allegada a vos está transitando un grave estado de salud por ejemplo, y te dicen que para salvar su vida tenés que vender todas tus pertenencias, tus propiedades, dejar tu trabajo para ir a quedarte con esa persona, acompañarlo en su tiempo difícil y estar ahí en el hospital. ¿Sería algo muy difícil de hacer, casi imposible de lograr? Si en verdad es alguien a quien amás, claro que no, pero, ¿si te piden que hagas todo eso por alguien que no conocés?. Creo que es algo que muy pocos haríamos. Sólo los que conocen a Dios son los que lo aman y sólo los que lo aman son los que van a obedecer en tomar la cruz para poder estar con Él. Solamente los que estén enamorados de Jesús van a mantenerse fieles en este mundo, alejados de todos los placeres y de todos los pecados. Jesús no viene por una iglesia simpatizante, Él viene por una iglesia enamorada.
Si vos hoy no estás buscando obedecer a Dios, probablemente es porque no lo amás, y si no lo amás es porque no lo conociste, no tuviste un encuentro con Cristo y con su obra en la cruz, y si no pudiste ver a Cristo es porque el Espíritu Santo no te llenó aún y no abrió todavía tus ojos. Entonces si vos hoy querés vivir una vida en obediencia a Dios y amarlo realmente, arrepentite de tus pecados, creé en Cristo, pedí para que su Espíritu Santo llene tu vida y te enamores cada vez más de Él.

Gálatas 2:20 NVI
20 He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.
.........................

1 Juan 2:3‭-‬6 NVI
3 ¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. 4 El que afirma: «Lo conozco», pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad. 5 En cambio, el amor de Dios se manifiesta plenamente en la vida del que obedece su palabra. De este modo sabemos que estamos unidos a él: 6 el que afirma que permanece en él debe vivir como él vivió.

martes, 14 de julio de 2020

¿Cómo puedo conocer la Voluntad de Dios?


La vida se trata de decisiones y en específico, la vida de un cristiano, de un discípulo de Cristo, se trata de tomar decisiones que vayan conforme a su voluntad. Sean decisiones grandes como el mudarte, por ejemplo, o no, elegir/aceptar un trabajo o no, casarte con una persona o no, hasta las más sencillas como hacer algo en lo cotidiano o no,  ir a ciertos lugares, llevarte con ciertas personas o no; todas estas decisiones precisan ser evaluadas conforme a la voluntad de Dios. Él nos dejó formas de darnos cuenta de qué es lo que Él quiere y qué es lo que a Él le agrada. Hoy te propongo atender a estas 5 formas que te pueden servir mucho para conocer la voluntad de Dios.

1era: La Biblia 
Si estás queriendo conocer la voluntad de Dios y escuchar su voz, leé la Biblia. Dios nunca te va a decir que tomes una decisión o que hagas algo que vaya en contra de lo que Él ya dijo en su palabra.

2 Timoteo 3:16 RVR1960
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,

2da: Tus autoridades 
Dios nos puso a las autoridades como representantes suyos, como personas que nos ayudan a conocer cuál es la voluntad de Dios, y no como estorbos. Acercate a esas personas, tus padres, tus pastores, tus líderes, a tus amigos, personas que tengan Temor de Dios, que en sus vidas también anhelen cumplir con su voluntad, y que te quieran y oren por vos, y buscá su consejo.

Proverbios 11:14 RVR1960
14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.

3era: La Oración 
La oración es más que un monólogo: es un diálogo íntimo entre un Dios vivo y sus hijos. Muchas veces nuestra falta de fé nos impide tomarnos el tiempo de esperar, de atender a la voz de Dios, a su respuesta, y sólo hablamos, hablamos y hablamos, y no escuchamos al fin lo que Él responde. Realmente experimenté muchísimas veces cómo Dios responde de maneras sobrenaturales y muy claras. 
Como dice su palabra: si nosotros pedimos, Él nos va a dar, si nosotros buscamos, vamos a encontrar, y si tocamos una puerta, esta va a ser abierta. Es necesario acercarnos a Él. Cuando no lo hacemos, solemos intentar resolver nuestros problemas o tomar decisiones conforme a nuestro intelecto, y eso nos lleva a preocuparnos aún más; no se llega a nada estando de esta forma. ¡Pidámosle que nos dé la gracia de cumplir su voluntad!

Filipenses 4:6‭-‬7 RVR1960
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.


4ta: Tu condición interna
Esto refiere al testimonio que habla el Espíritu Santo dentro tuyo. Me pasa que cuando estoy por tomar alguna decisión, siento cierta incomodidad en mi Espíritu que no me deja estar tranquila, y muchas veces es ahí donde el Espíritu Santo me muestra que no debo seguir conforme a esto. Me pasa también de sentir paz, gozo y tranquilidad en mi Espíritu, y veo así que esta es la forma en que Dios me dice "vas por buen camino" o "esta es mi voluntad" o "estás en el lugar en donde quiero que estés". 


5ta: Tu evidencia circunstancial
Es importante darse cuenta cómo está tu situación alrededor, cómo está tu contexto. Hay momentos en los que queremos hacer algo, pero la misma situación en la que estamos nos lo impide, te frena aún más te esfuerces, te cierra las puertas, y esto es algo muy desgastante: estar intentando con tus propias fuerzas abrir una puerta que está cerrada pero por un propósito, porque a veces no entendemos por qué, y queremos que las cosas se hagan conforme a lo que nosotros creemos que es mejor. Pero tenemos que aprender a confiar en que Dios es poderoso para abrir las puertas que Él quiere que sean abiertas, y que si algo es su voluntad, Él va a hacer que suceda, porque Él al que llama, capacita. 
Entonces...
Si anhelás estar en su voluntad y orás, y se lo pedís, dejate sorprender. Dios va a abrir las puertas que deben ser abiertas y va a cerrar las que deben ser cerradas.

Salmos 32:8 RVR1960
8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.


viernes, 10 de julio de 2020

¿Cómo hago tiempo para Dios?



Una vez, recuerdo, un Pastor de jóvenes, me dijo: "Difícilmente en tu vida vas a encontrar momentos en los que "la luz esté perfecta", la temperatura ideal, que no tengas nada que hacer, que estés en un lugar en silencio, en tranquilidad, en donde puedas agarrar tu Biblia y leerla por horas y orar, adorar y estar en tiempo a solas con Dios. Porque realmente siempre vamos a tener cosas que hacer y siempre va a haber distintos factores que puedan venir a impedir esto. Porque los tiempos con Dios no nacen sino que se hacen, no llegan si no se pelea por ellos. Si vos no estás pudiendo tener tiempo con Dios en tu día a día, tenés que dejar de hacer ciertas cosas para entonces darle un lugar. Porque no hay un sustituto para esto y no hay nada más importante que puedas hacer, que invertir tiempo para estar con Dios"

Quiero compartirte algunos consejos que aprendí, viví e intento continuar viviendo, para poder hacerle un tiempo a Dios.

1ero: Debemos organizarnos.
Creo que apenas lo leíste, quizá te parezca el más complicado, pero es el que más necesitamos cotidianamente para hacer cualquier actividad. Hoy podemos comprobar que la falta de oración, por ejemplo, no es por falta de tiempo, sino por no organizar un momento con las metas claras para hacerlo. Una idea que te puede servir, es dedicar, por ejemplo, las primeras 3 horas del día para orar, o las 3 últimas, si hoy creés que es un día muy cargado de quehaceres.
Necesitamos aprender a ser sabios en el uso de nuestros tiempos. Podemos utilizar distintos elementos de nuestro alrededor para recordarlo: despertadores, recordatorios, calendarios, agendas, incluso un Excel donde organizarnos. Te aseguro que todo lo demás, cuando tenemos nuestros ideales bien puestos y en orden, todo lo demás va a salir mucho mejor.


2do: Dios está en todos lados.
Solemos pensar que hay un solo lugar donde podemos orar: para algunos la casa, para otros la iglesia, o algún lugar específico donde hacerlo. ¿Qué hacés por ejemplo, cuando tenés muchas cosas que hacer y no alcanzas a ir a tu casa, sentarte y comer algo? Obviamente vas a buscar otro lugar o negocio donde comprar algo para saciar tu hambre y continuar tu día, o llevarte algo para comer. Sí, este ejemplo es uno muy simple. Pero es lo mismo decir "no alcancé a tener un tiempo para comer algo, así que no voy a alimentarme en todo el día", que decirle a Dios, "no me alcanzó el día para dedicarte un rato", sólo porque creemos que sí o sí hay que estar en un lugar, de cierta forma, para poder hablarle, orar, pedirle algo. 
Dios no es un Dios que se queda encerrado en tu habitación, no es un Dios que necesita solamente que le dediques de 8:00 a 9:00 de la mañana y que si no le dedicaste ese horario ya no podés hablar con Él. Dios no necesita que estés en cierta posición física o en un lugar específico para hablarle; ¡Él vive en vos! Es necesario ser conscientes de que su presencia y su Espíritu Santo está con nosotros en todo momento. Nosotros somos el templo de Dios como Jesús nos lo enseñó. No necesitas ir a un lugar para poderle hablar o escuchar su voz, sino que Él hizo de nosotros, su templo. Sólo al entender esto, es cuando podemos vivir conscientes de que el tiempo para Dios es todo el tiempo y en cualquier lugar: la calle, la escuela, la facultad, el trabajo, en tu casa, en la iglesia, en un receso, en un descanso, en el gimnasio. ¡Que nuestro día sea un constante estar conscientes de su presencia y respondiendo a eso en oración!

1 Tesalonicenses 5:17-18 NVI
17 oren sin cesar, 18 den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.


3ero: Necesitamos a Dios para buscar a Dios.
Por experiencia, te lo digo: con tus fuerzas no vas a poder lograrlo. Necesitamos clamar por ser llenos del Espíritu Santo desde el principio de nuestro día, para que Dios nos haga conscientes de que Él siempre está con nosotros, para que nos dé la sabiduría para poder organizar nuestro día, para el dominio propio, para no perder tiempo en cosas que no son provechosas, que nos dé la pasión para buscarlo a Él aún cuando no sintamos ganas o estemos cansados. Necesitamos depender de su Espíritu Santo.

4to: Dios es un Dios de Gracia.
No sé si te pasó alguna vez que cuando empezás con una actividad nueva, al día siguiente te da ganas de volver a hacerla, volver a ir a cierto lugar y volver a hacerlo los días que siguen con más ganas, pero si faltás un día en ir o no realizar la actividad por un día, al día siguiente cuesta retomarla, continuar con esa rutina que te hacía bien. Pasa así también con los tiempos que dedicamos a Dios. Cuando dejamos pasar días sin leer, sin orar, sin estar a solas con Él, es más difícil regresar, porque al no estar conscientes de su presencia, caemos más en fallas, en pecado, vienen ídolos a querer tomar el primer lugar en nuestro tiempo, nuestra mente o emociones, o viene la condenación y la duda a decirte "ya pecaste demasiado, ya fallaste demasiado, ya ni te acerques, sos indigno, Dios está decepcionado de vos", y todas estas mentiras y engaños te hacen mucho más difícil volver a acercarte a Él. 

Hoy quiero decirte que Dios no se decepciona de vos. Dios vio toda tu vida: pasado, presente, futuro, y te amó y te ama, y entregó a su hijo Jesús, para que nada, ni tu pecado, ni la muerte, ni las fallas, ni nada que pueda existir, te pueda separar de Él. Está en vos no permitir que estos engaños te priven de acercarte a un Padre que te espera con los brazos abiertos siempre, constantemente, aún cuando fallamos, para poder estar en tiempo de intimidad con nosotros.

Hebreos 4:16 NVI
16 Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.